En Minnesota es posible divorciarse aunque su cónyuge no quiera. Minnesota es un estado de divorcio “sin culpa”, lo que significa que no hay necesidad de probar que uno de los cónyuges hizo algo malo para divorciarse. Se debe demostrar que ha ocurrido un quebrantamiento irreparable (“irretrievable breakdown”) de su matrimonio.
Si su cónyuge se niega a divorciarse, usted puede presentar su demanda de divorcio y emplazarle (servirle) los documentos. Si su cónyuge se opone a participar del proceso, podría ser que la corte lo declarara en “rebeldía” y tome una decisión basada en la información que usted ha dado. Sin embargo, si su cónyuge responde el proceso se podría complicar y podrían tener que participar de mediaciones, transacciones descubrimiento de prueba y/o hasta un juicio para resolver el divorcio.
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